PRODUCTOS DESTACADOS
El agua con gas casera es una opción de bebida saludable, ecológica y económica. No solo satisface el amor por las bebidas carbonatadas, sino que también evita el alto costo de comprar agua con gas comercial. Aquí hay algunos métodos prácticos que te ayudarán a hacer agua con gas fácilmente en casa.
1. Usando dispensadores de agua con gas
Existen muchas marcas y modelos de dispensadores de agua con gas en el mercado. Su principio de funcionamiento suele ser la inyección de dióxido de carbono en el agua. Después de comprar una máquina, simplemente sigue las instrucciones para producir agua con gas fresca en pocos minutos. Este método es conveniente y higiénico, y puedes añadir jarabes de frutas o jugos según su gusto.
2. Usando bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es un ingrediente común de repostería que también se puede usar para hacer agua con gas. Añade una cucharadita de bicarbonato a un vaso de agua, mezcla bien y listo. Este método es sencillo, pero es importante prestar atención a la cantidad, ya que un exceso puede afectar el sabor.
3. Usando una botella de agua mineral
Prepara una botella de agua mineral vacía, límpiala a fondo y déjala secar. Luego, llena la botella con agua fría, dejando un poco de espacio. Cierra bien la tapa y agita la botella vigorosamente durante 1-2 minutos. Esto mezcla el aire y el agua, formando burbujas. Finalmente, coloca la botella en el refrigerador y déjala enfriar. Este método es simple, pero puede requerir varios intentos para conseguir la efervescencia deseada.
4. Usando una olla a presión
Una olla a presión es un utensilio de cocina muy sellado que se puede usar para hacer agua con gas. Primero, añade una cantidad adecuada de agua a la olla, junto con azúcar y especias (como rodajas de limón o hojas de menta). Cierra la olla y caliéntala hasta que empiece a liberar vapor, luego apágala y deja que se enfríe naturalmente. Cuando la olla esté completamente fría, ábrela y encontrarás agua llena de burbujas. Este método produce burbujas muy satisfactorias, pero es necesario operar la olla a presión con cuidado.
5. Usando hielo seco
El hielo seco es dióxido de carbono sólido que se puede comprar en laboratorios o tiendas especializadas. Coloca un pequeño trozo de hielo seco en un recipiente sellado y añade agua. El hielo seco sublimará rápidamente en gas, creando muchas burbujas. Ten en cuenta que el hielo seco tiene una temperatura muy baja, por lo que se deben usar guantes para evitar quemaduras. Además, las burbujas producidas por el hielo seco pueden tener una sensación más intensa y no a todos les puede gustar.